Navidad en familia [Weasley/Potter/Lupin]

Desde que todos los nietos somos adolescentes, nosotros somos quienes les ayudamos a los abuelos con las festividades. A pesar de que todos los años es la misma rutina, nunca podría cansarme. Las chicas ayudamos en la cocina desde el medio día, preparando todo para la cena. Yo me he encargado de hacer algunos postres, procurando hacer máximo dos para cada persona. Los chicos se dividieron el trabajo de decorar el jardín y adecuar los dormitorios para tener espacio donde dormir todos. Hay mucho ruido en La Madriguera y no he dejado de sonreír desde que llegué.

Louis y yo decidimos venir desde muy temprano. Desde que nuestros padres fueron por nosotros a King Cross, no he visto a Victoire pero seguramente llegará más tarde y le tocará ayudar con los últimos detalles de la cena. - Creo que ya están listos - les digo a las demás, refiriéndome a los cupcakes que se estaban terminando de hornear. Giro para mirar a mi abuela y me hace un gesto de aprobación. Le sonrío y me siento aliviada de haber terminado mi parte del trabajo. Llevo la bandeja con los pastelillos a la mesa donde Lucy se encarga de decorarlos. - Lu, estás haciendo un trabajo genial como para que tus primos los salvajes se los terminen en 3 segundos... - suelto una risa y observo con atención como termina el decorado de uno.

Por lo que alcance a escuchar Lily, Lucy y yo dormiremos en la recámara que fue de Tia Ginny y las mayores dormirán en la antigua recámara de Tio Percy pero de los chicos no tengo ni idea. Tomo un pastelillo y comienzo a ayudar a Lucy para que así ella también esté desocupada a tiempo. Todos los años nos ayudamos a arreglarnos en Navidad y me encanta tener el tiempo suficiente como para maquillarla bonito. Escucho la platica de mis primas sin prestar mucha atención ya que el estúpido betún rosa es una pesadilla. Me pregunto a que hora llegarán mis padres... estos meses en Hogwarts los he extrañado mucho. Y tengo que aceptarlo, también extraño a mi hermana y sus comentarios que siempre me parecen exagerados. Observo el árbol de Navidad con nostalgia. - No se que piensen ustedes... pero cada año es más difícil pensar en un regalo para cada uno - comento, sin saber con exactitud si interrumpí su charla - Pienso que me pasará lo de James, que le regaló a Hugo el mismo libro dos años consecutivos - suelto una risa - Aun que bueno, Hugo ni se enteró porque ni lee. - Busco a Rose con la mirada y después regreso a mi labor. Pastelillos ([Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo])

Al fin estábamos allí, en La Madriguera, tenía tantas ganas de llegar. Como todos los años, las chicas se ocuparían de ayudar a la abuela Molly con los postres, y los chicos de decorar un poco el lugar. Realmente odiaba decorar, no sabía hacer lazos, y al final Lily siempre acababa por terminar de hacerlo ella, yo prefería ir probando los postres, para ver como habían quedado, o ayudar a James con el árbol, pero por azar, siempre me tocaba hacer aquellos malditos lazos con cintas de colores.


-Que conste que no quiero quejas de los lazos después, todos los años hacéis igual -dije alzando un poco la voz, intentando sacar el dedo que se me había quedado atascado al hacer uno de los nudos. Maldije en voz baja y miré mi varita en el bolsillo del pantalón, sonriendo con malicia, con ella todo era más fácil. Moví la cabeza a ambos lados, esperando que Rose no andara por ahí, ya que me reñiría, tenían la estúpida manía de querer preparar la cena de Navidad sin magia. Tomé la varita y la escondí un poco por debajo de la mesa, agitándola. En cuestión de segundos la cinta de color ámbar comenzó a formar la figura de un lazo, sonreí triunfante cuando se quedó en la mesa. Seguí haciendo lo mismo con la otra docena de cintas de distintos colores que habían colocado en la mesa, acabando en pocos minutos. -Listo, y sin sospechas -dije en voz baja, agasajándome un poco, ese año no tendría que escuchar "Por Merlín Hugo, eso más que un lazo parece el tentáculo de un calamar gigante".

Los apilé todos en una esquina y guardé la varita de nuevo en el bolsillo. Meneé el cuello, peinándome el pelo, la peor manía que tenía. Y me dirigí hacía la cocina, haber que hacían las chicas, y con la intención de poder probar bocado. Escuché en ese momento como Dominique, contaba los últimos dos años, en los que James me regaló el mismo libros, y tenía razón, ni lo leí. -¿Para qué voy a leer?Hay libros con dibujos que te lo explican todo -añadí apoyándo la cabeza en el hombro de la abuela Molly con cariño. Siempre he sentido mucho amor por mi abuela, siempre da a todos sus nietos lo mismo, sin favoritismos, y es la única que consigue que engorde dos kilos y medio en una semana, realmente soy muy afortunado de la familia que me ha tocado, no todos tienen esa suerte, y aunque a veces ni lo diga, jamás los cambiaría por nada del mundo.

-Bueno, bueno, ¿cómo vais por aquí?-pregunté mientras me acercaba a los cupcakes relamiéndome los labios.-Uh, que buena pinta tienen...-

¡Navidad! Y no solo eso, sino que ya estaba en La Madriguera. Aún era temprano, pero siempre comenzábamos a preparar la cena así, ya que mas tarde todo se vuelve una locura extrema. Cómo todos los años nos habíamos dividido los trabajos para así ayudar todos, y poder terminar mas rápido. Aunque de alguna manera yo lograba librarme del mío, esta vez me puse a conversar con la Abuela Molly sobre el colegio, contándole que me había asegurado de que James y Albus comieran cuatro veces al día y grandes cantidades, ya que ella no quería que llegaran a estar delgados como una vez lo estuvo mi padre. Aunque tratándose de Hogwarts, creo que eso es casi imposible.

-Asique si Abue, ambos comieron lo necesario- dije abrazándola un poco. Miré a Dom que había hablado en ese momento -Bueno, somos muchos y nos es facil recordar todo Domi- reí al recordar que una vez le había dado el mismo regalo a dos personas- Ya casi acabamos aquí, ¿no? Me pregunto dónde andará Hugo, normalmente viene a pedir que lo ayude con los lazos...

-De seguro luego de tantos años ya ha aprendido como hacerlo, y lo ha logrado querida, no te preocupes, tu quedate conmigo que te extrañé mucho, a todos- abracé de nuevo a la Abuela, y justo en ese momento apareció Hugo por la puerta, al parecer había terminado con los lazos -Miralo, ahí está. ¿Terminaste los lazos querido?-

Me aparté cuando el se acercó a la abuela, comenzaba a aburrirme de no hacer nada, así que tomé uno de los pasteles y comencé a decorarlo. Enseguida, la voz de James me llegó desde la puerta -¿Terminaste con el árbol?- le pregunté. Giré la cabeza para ver a Hugo que está recargado en el hombro de la abuela y le embarro un poco de betún en la mejilla.